José Félix Soage Vilariño

José Félix (Cangas, 4 abril de 1845 - Buenos Aires, 8 abril 1924) fue un estanciero, comerciante, prócer y filántropo cangués. Nace a las ocho de la tarde, con cierta prisa, por lo que es bautizado de necesidad el mismo día por Rosa Acuña, mujer natural de Angoares, aunque casada y vecina de Cangas.

Se recoge su bautismo eclesiástico el día 6 del mismo mes. Es hijo de Manuel Soage Fandiño, carpintero, y de Dolores Vilariño Mallo y nieto por parte paterna de José Ignacio Soage y María Dolores Fandiño, y por parte materna de de Benito Vilariño y Teresa Mallo.

Personaje importante y con amplia trascendencia en la villa. Así se le reconoce dedicándole una calle en la que se sitúa su casa de nacimiento, dónde se coloca una placa conmemorativa Otra placa, en la plaza de abastos, en agradecimiento a su contribución para edificarla, o su busto esculpido en la principal alameda, que también lleva su nombre. Otros tantos reconocimientos tiene en Argentina.
  


Con catorce años llega a Buenos Aires en compañía de familiares. Se establece en San Clemente de Tuyú, partido de Dolores, provincia de Buenos Aires (zona de extensos pastizales y propicia para la ganadería). Recién llegado, trabaja en el almacén de Ramos Generales que regentan sus tíos, emigrados antes que él.
                               
Comienza como empleado y con el tiempo, sus tíos van delegando funciones en él, hasta que e convierte, primero en gerente del almacén y después, lo será también en los demás negocios que tiene la familia en la zona.

Durante los trece años que ocupa el nuevo puesto, consigue reunir unos buenos ahorros que, junto con un préstamo bancario, le sirven para comprar en 1880 16.000 hectáreas de tierra en la zona de Carlos Cásares en la misma provincia de Buenos Aires.

Crea alli una ganadería con miles de cabezas de ganado ovino. Con el negocio en continua progresión ─ 20.000 ovejas llega a atesorar ─ se ve afectado por una inundación que lastra tanto su ganado como sus tierras. Hecho este que, lejos de hacerle decaer, conjuga ideando e implantando un sistema de abrevaderos y canales de riego con lo que revierte las pérdidas que le ocasionaba la lluvia en beneficio. Gracias a ello, logra rehacerse con cierta rápidez, lo que le permite invertir en nuevos terrenos y en consecuencia, en más ganado.

(Este tesón por rehacerse tiene su reseña en la revista argentina ‘El Hogar’).

Suma, además, un nuevo negocio de ultramarinos, comestibles y utensilios para el trabajo del campo; cuyos principales clientes son los gauchos argentinos. A esto añade la creación de una moneda propia.



En 1895 figura censado en la ciudad de Bolivar con 50 años.
Imagen: Family Search San Carlos de Bolívar, Cuartel 09 (Población campaña), Bolívar, Buenos Aires


Durante años se dedica de lleno a las actividades agropecuarias, hasta que en 1904 se traslada a Buenos Aires, comprando una finca en la calle Uruguay, 1602. En estos años, aún con todo el éxito y el notorio reconocimiento que consigue, siente un enorme apego y morriña por su villa natal, así cuando tiene conocimiento de la noticia del temporal que en el invierno de 1894 destruye los antiguos alpendres que utilizaban las mujeres de los marineros para la venta del pescado en Cangas y que, a consecuencia de ello, se verían forzadas a continuar sus trabajos a la intemperie, siente la necesidad de ser de ayuda.

Para ello ordena redactar un proyecto al arquitecto vigués Jacobo Esténs Romero, director de la Escuela de Artes y Oficios de Vigo para la construcción de un mercado en el centro de la villa que reuniría como requisitos: situarse en lugar céntrico, servir de atraque y amarre para las embarcaciones que provean el futuro mercado, ser accesible a caballo, vehículo o a pie…
Un tiempo después, un edificio de 850 metros cuadrados, dotado de cámaras frigoríficas y amplios espacios para aves, huevos, frutas, legumbres y sobre todo pescado empieza a levantarse en Cangas. El valor ascendió a 354.000 pesetas, donadas íntegramente por José Félix.
También contribuye a la enseñanza, subvencionando una escuela para niños sin recursos situada en la calle Fonte Ferreira de Cangas, en concreto en la casa propiedad de Benigno Lemos. Y, si esto no bastara, también contribuye a la reconstrucción de la iglesia parroquial, donando, además, un nuevo órgano para la misma. 




Como reconocimiento, también, se acuerda y costea un monumento en su memoria que se ubica en el parque de la Alameda de su villa natal  y que es obra del escultor cambadés Francisco Asorey González.

Por todo ello, recibe en compensación un álbum de firmas de sus vecinos en que le hacen llegar su profundo agradecimiento.

Imagen: Establecimiento comercial de José Félix en Argentina.

No sólo en Cangas, sino que también es benefactor en Argentina, donde crea una sala de primeros auxilios en la localidad de Daireaux –Caseros-, centro que se llamaba Hospital Pedro Mario Romanazzi y que después adoptaría su nombre.

Sufraga, además, un pabellón hospitalario en la ciudad de Temperley e impulsa el Hospital Español de Buenos Aires, contribuyendo con la primera donación.

Funda bibliotecas de barrio. Ayuda de forma constante a la Sociedad de las Hermanas de Desamparados, al Patronato de la Infancia, al Patronato Español, a la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Buenos Aires. 

A esta última, otorga 25.000 pesos en 1919 por lo que es nombrado miembro honario.

En navidades era común verlo recorrer hospitales infantiles para repartir juguetes y ropas.


Imagen: Busto colocado en la entrada del hospital que funda en Daireaux.






Fallece de hepatitis aguda el 8 de abril de 1924, a los 79 años en Buenos Aires.

Hoy cuenta con una calle con su nombre y una estatua que preside la alameda principal en su Cangas natal.

A título póstumo se le otorga la cruz de beneficencia con distintivo blanco “por su meritoria labor en pro de los pobres y enfermos de la provincia de Pontevedra y de la colonia española residente en la República Argentina".
Finalmente la plaza de abastos se entrega al Ayuntamiento el 31 de agosto de 1925 en un acto en el que José Félix Soage es representado por el Señor Landín, siendo alcalde Pedro Rodríguez y en el que también están presentes el párroco Valentín Losada, el obispo de Madrid-Alcalá Leopoldo Eijo Garay, el presidente de la Diputación Daniel de la Sota, y el Sr. Cabanelas como representante de la comisión organizadora.

Además de él, otros familiares secundaron su ejemplo. Es el caso de Victor José Villarino, que tras fallecer viudo y sin descendencia, dejó una donación de 100 hectáreas para la construcción de un parqueque se llamará Parque Villarino, en la localidad de Zavalla, provincia de Santa Fé, que es inaugurado en 1955.




Izquierda:  
Partida de bautismo en Ntrª. Sª. Rosario de José Víctor Villarino Mallo (Víctor José). 17 noviembre 1863 
Derecha:   Placa colocada en recuerdo y agradecimiento a la Familia Villarino por su donación.
Abajo:       Pequeño esquema familiar.